Esta entrada tiene su origen en el artículo que redacté para La reina magazine de La reina lectora, en el que explicaba brevemente cinco errores en libros corregidos. Al entregar el articulo, decidí ampliarlo porque se me quedaron demasiados errores graves en el tintero.
Por eso, para emularme, empiezo con un cuestionario para que descubras si reconoces los errores a los que me voy a referir. Apunta tus respuestas para contrastarlas con las soluciones, que dejaré al final de la entrada.
De las oraciones siguientes, dime cuáles son correctas y cuáles incorrectas:
- Lanzó el vaso al suelo, rompiéndolo.
- Al bajar las escaleras, me caí y rompí mi pierna.
- El delgado y achacoso anciano se desplazó con lentitud hacia su casa.
- La Isla del Tesoro era uno de mis libros favoritos de pequeña.
- Me voy a ir yendo.
- Los ladrones entraron en el banco disparando indiscriminadamente y matando a una anciana.
- Mi abuela solía ir de vacaciones a su casa de la montaña hasta que la enfermedad se lo impidió.
- Jamás olvidaría aquella verde pradera de mi infancia.
- ¿Cómo se dice “me quiero ir” en inglés?.
- — ¡Vaya susto me has dado!
- No hago <<running>> porque detesto correr.
- No me gusta el refrán «No por mucho madrugar, amanece más temprano.»
- La doctora, me dijo que aumentase la dosis de mi medicación.
- —Por qué no me lo explicaste antes?
- Pero, ¿quién te echó la bronca? ¿Tu jefa?
Introducción
Estoy segura de que casi todos los autores habéis recurrido a los correctores en alguna ocasión para que os dejen vuestro texto niquelado. No obstante, en demasiadas ocasiones, me he encontrado errores de todo tipo en novelas supuestamente corregidas. Sé que lo estaban porque el autor o la autora le ponían una nota de agradecimiento al final del libro, no porque lo pareciese. Me parece gravísimo que haya libros corregidos por profesionales del sector con errores garrafales como los que voy a tratar aquí. Ese el verdadero motivo por el que me he decidido a ampliar el artículo de la revista La reina magazine.
Cursos de corrección de baja calidad en academias en línea
El gran problema de hoy en día es que aparecen academias como churros que ofrecen cursos en línea de corrección ortotipográfica y de estilo en los que lo único que enseñan es a buscar los errores ortográficos y gramaticales más comunes, y poco más; sin embargo, esa tarea la podríais hacer los autores sin nuestra ayuda, ya que para eso están los buscadores, los diccionarios e incluso las páginas de consulta como la de la Fundeu. Lo que nos compete a los correctores, aparte de revisar lo anterior, es descubrir de qué pie cojea cada autor o autora, ya que todos, sin excepción, tenemos nuestras muletillas y una variedad léxica del español mezclada, en ocasiones, con la de otra lengua de nuestro territorio o de fuera. Por ejemplo, cuando oímos en una película doblada la expresión «Te odio cuando te pones así», lo correcto habría sido «Odio que te pongas así». Otro ejemplo es «At the end of the day», que ya aparece en todas partes traducida literalmente por «Al final del día», cuando lo que significa es «al fin y al cabo».
No valen las excusas de que a todos se nos escapan errores
Esas son las razones que han originado esta entrada. Me he hartado de encontrarme errores en libros corregidos, sean o no graves. La excusa de una gran parte de los correctores es que a todos se nos escapa algún error, pero eso carece de validez cuando un error en concreto nos lo encontramos más de una vez en un texto. Una vez se nos puede escapar; dos, no. La causa principal de que aparezcan errores en libros corregidos viene de uno de los consejos que dan en esas academias, es decir, que las lecturas que hagas sean transversales, no de lectura completa y pausada, para que no pierdas el tiempo. Dicho con otras palabras: creen que corregir despacio y fijándose en todo es una pérdida de tiempo. No lo es, evidentemente. La corrección a fondo de una novela lleva, como mínimo, dos semanas. De ahí que, cuando un buen corrector entrega un presupuesto, se topa con autores a los que les parece carísimo porque «los hay mucho más baratos». Sí, es posible que sea cierto, pero el trabajo que te van a hacer es deficiente. Eso también debes tenerlo en cuenta si te importan tus lectores.
Errores más graves en libros corregidos
Vayamos al meollo de la cuestión, que me enrollo como una persiana (como siempre). Los errores que más a menudo me encuentro en libros corregidos, supuestamente, son los siguientes:
- el gerundio de posterioridad,
- los adjetivos posesivos con las partes del cuerpo,
- la colocación de los adjetivos con respecto al sustantivo,
- la ausencia de variedad léxica,
- los títulos en mayúsculas,
- el punto final en los títulos y subtítulos,
- la coma asesina,
- la puntuación con «pero»,
- la coma vocativa,
- la puntuación con los interrogantes y admiraciones,
- el inicio de escenas nuevas con sangría izquierda,
- dos o más saltos de párrafo entre cada párrafo,
- el uso incorrecto de las cursivas,
- el desconocimiento en el uso de las comillas,
- el uso incorrecto de porque, por que, por qué y porqué,
- las oraciones interminables con demasiados incisos,
- el abuso de «soler»,
- la ultracorrección, y
- hacer caso a todos los consejos del corrector de Word.
Errores en libros corregidos: el gerundio de posterioridad
El gerundio de posterioridad que nos encontramos en multitud de textos en español es un error que procede del inglés, idioma en el que es correcto. En inglés no solo es correcto ese uso, sino también como adjetivo. Por ejemplo, el último libro que traduje, El ascenso de Escipión, en su versión original, tenía un gerundio sustantivado en el título Scipio’s Rising, que no funcionaba en español, como ya expliqué en la entrada que redacté y subí al blog.
Este gerundio, al no existir en español, no se puede usar para dos o más acciones consecutivas, es decir, cuando una es consecuencia de la anterior. Si te disparan y te mueres, tu muerte es consecuencia del disparo; no son acciones simultáneas por muy cercanas que estén en el tiempo. Insisto: nuestro gerundio es exclusivo para dos acciones simultáneas, que ocurren a la vez.
Otro error gravísimo que me encuentro con respecto al gerundio inglés es la pésima traducción de «a box containing…» por «una caja conteniendo…». En este caso, se tiene que traducir por una oración de relativo: «una caja que contiene…».
Errores en libros corregidos: los adjetivos posesivos con las partes del cuerpo
Los adjetivos posesivos no se pueden usar con las partes del cuerpo.
Este error es tan corriente que hay libros enteros en los que no aparece en ningún momento una parte del cuerpo humano con su artículo correspondiente. Cada vez se encuentra más en libros publicados por grandes sellos editoriales; lo que es lamentable.
Como el gerundio de posterioridad que expliqué antes, este error también procede del inglés debido a que en ese idioma las partes del cuerpo se usan siempre con el posesivo: my head is hurting = me duele la cabeza.
Por favor, quiero que esto quede bien claro. Por eso lo repito y lo pongo en negrita: no se puede usar el adjetivo posesivo con las partes del cuerpo.
La única excepción a esta regla es cuando usar el artículo puede dar lugar a ambigüedad, aunque es mejor cambiar la redacción en lugar de usarlo.
Tenía mocos, por lo que soné mi nariz.
Tenía mocos, por lo que me soné la nariz.
Este es el error que más me molesta encontrar en libros corregidos, pero es ya un auténtico despropósito verlo en novelas traducidas porque toda persona que haya estudiado Traducción e Interpretación ha oído cientos de veces a lo largo del grado en boca del profesorado que este es uno de los errores de traducción que más puntos resta en los exámenes.
Errores en libros corregidos: la colocación de los adjetivos con respecto al sustantivo
Los adjetivos no pueden preceder al sustantivo. Para que esto pueda ocurrir, el adjetivo debe ser un epíteto (las verdes praderas), de opinión (la alegre mañana) o de cuantificación (cinco estudiantes). Es todavía más grave si los adjetivos que se colocan antes del sustantivo son más de uno, ya que se rigen por lo mismo que acabo de mencionar.
La simpática y jovencísima directora me sorprendió por su determinación.
La directora, simpática y jovencísima, me sorprendió por su determinación.
La simpática directora, que era jovencísima, me sorprendió por su determinación.
Errores en libros corregidos: la ausencia de variedad léxica
Todos, sin excepción, caemos en el error de usar el mismo vocabulario en todo momento sin darnos cuenta. Por eso, un corrector de estilo debe aconsejar términos más precisos. Ojo: aquí se tiende a la ultracorrección; los cambios de vocabulario se deben proponer abriendo comentarios; no debemos modificarlos si no son incorrectos. Aunque no es incorrecta la frase «Me voy a ir yendo» (en la que se repite tres veces el mismo verbo), la redacción es mejorable.
Este sería el caso de la mayoría de las entradas de mi blog: cómo evitar las palabras comodín o palabras baúl en tus textos. La entrada que más éxito ha tenido es la que creé para explicar cómo puedes dejar de repetir tanto la palabra «cosas», pero tengo otras muchas que te animo a visitar cuando las necesites.
Errores en libros corregidos: los títulos
Las mayúsculas de los títulos
Las reglas ortográficas de los títulos son las mismas que las del resto de las oraciones; así de simple. No se puede titular a un libro La Isla del Tesoro; debería ser La isla del tesoro, ya que ni «tesoro» ni «isla» son nombres propios.
Esto se aplica a todo tipo de títulos, incluidos los vídeos de YouTube.
Este error también deriva del inglés, idioma en el que todos los sustantivos y adjetivos de los títulos se escriben con la inicial en mayúsculas. En español, es un error grave.
El punto final en los títulos y subtítulos
No se pone nunca punto final en los títulos y en los subtítulos. Es así de sencillo.
Errores en libros corregidos: la coma asesina
Llamamos «coma asesina» a la que corta dos elementos de la frase sin que haya un inciso. La más corriente es la que separa el sujeto del verbo.
Mi padre, durmió la siesta.
Mi padre durmió la siesta.
Mi padre, después del almuerzo, durmió la siesta.
La mejor forma de descubrir si tienes alguna coma asesina es fijándote si la oración está en su orden natural (sujeto – verbo – complementos). Si no hay incisos, una oración en este orden no necesita ninguna coma.
Errores en libros corregidos: la puntuación con «pero»
Con la conjunción adversativa «pero», se ven muchos errores de puntuación, así que voy a matizarlos:
Puntuación anterior
Antes de esta conjunción, no se puede usar punto y coma.
Tampoco se puede empezar un párrafo con «pero». En caso de necesidad, es mejor sustituirlo por «sin embargo» o «no obstante».
Puntuación posterior
Después de «pero», solo se pone coma si hay un inciso:
Estela iba a salir a jugar con sus amigas, pero, se quedó a leer en su dormitorio.
Estela iba a salir a jugar con sus amigas, pero se quedó a leer en su dormitorio.
Estela iba a salir a jugar con sus amigas, pero, como tenía un libro nuevo, se quedó a leer en su dormitorio.
Errores en libros corregidos: la coma vocativa
Así como la coma asesina es incorrecta, la vocativa es obligatoria. Cuando mencionas a alguien para decirle algo, lo estás invocando; de ahí su nombre.
Venid a cenar niños.
Venid a cenar, niños.
Errores en libros corregidos: la puntuación con los interrogantes y las admiraciones
Puntuación inicial
Los dos errores que se cometen con los interrogantes y admiraciones iniciales son:
- dejar un espacio entre la raya de diálogo y el símbolo en inicio de renglón, y
- empezar una pregunta con mayúscula, cuando hay una coma antes.
Puntuación final
El descuido más habitual con los interrogantes y las admiraciones que cierran la oración es añadirles un punto final. Es incorrecto porque estos símbolos ya llevan punto.
Errores en libros corregidos: el uso incorrecto de las sangrías
La sangría en una escena nueva en novela
En novela, todo capítulo y toda escena nueva empieza con un párrafo sin sangría, es decir, sin espacio entre el margen y la primera letra. ¡Ni siquiera algunos libros con maquetación de editorial se libran de cometer este error!
La sangría en el resto de los párrafos
En los libros de no ficción, no se sigue la regla anterior: todos los párrafos sin excepción llevan sangría.
La sangría en los blogs
Lamentablemente, la estructura de los blogs no permite el uso de la sangría, por lo que nos obligan a usar el formato británico de introducir un salto de párrafo de más entre un párrafo y el siguiente. No es lo correcto en nuestro idioma, pero es lo que hay…
Errores en libros corregidos: poner dos o más saltos de párrafo entre cada párrafo
Al respecto de lo último que mencioné en el punto anterior, aprovecho para recalcar que no se deben dar dos retornos de carro (más conocidos como intros en la actualidad) entre cada párrafo, a no ser que se vaya a incluir una cita extensa, una carta que lee un personaje, una imagen, etc., es decir, algo ajeno al propio texto.
Errores en libros corregidos: desconocer el uso de las comillas y de las cursivas
No es de recibo que alguien se ofrezca para corregir libros sin saber cuándo se usan las comillas y las cursivas, ni qué comillas se deben usar en cada caso. Como no quiero que esta entrada sea eterna, si eres corrector, por favor, compra los manuales de escritura de Gómez Torrego, el mejor del sector en mi opinión. Son imprescindibles si quieres dedicarte a corregir a los demás y a ti mismo.
Solo voy a explicar aquí que las comillas principales en nuestro idioma son las españolas (« y ») y que los extranjerismos y los títulos se escriben en cursiva, no entre comillas. Asimismo, es incorrecto usar los signos mayor que (>) o menor que (<) en sustitución de las comillas.
Por otro lado, el punto final de una oración que está entrecomillada o entre paréntesis se pone después del signo de cierre. Por ejemplo, en esta cita de Chimamanda Ngozi Adichie: «Si te pones a pensar en agradar a todo el mundo, no vas a conseguir contar tu historia sin tapujos».
Chimamanda Ngozi Adichie
Errores en libros corregidos: el uso incorrecto de porque, por que, por qué y porqué
Como ya tengo una entrada en la que explico en detalle el uso de cada uno de ellos, con vídeo incluido, te dejo el enlace aquí.
Errores en libros corregidos: las oraciones interminables con demasiados incisos
Últimamente me he encontrado libros con oraciones con tantísimos incisos que el lector tiene que darle varias pasadas para ser capaz de entenderlas. Como te puedes imaginar, esa es la mejor forma de perder lectores: no les hagas tener que leer una oración más de una vez, por favor, a no ser que la relectura se deba a la belleza de lo escrito…
El segundo motivo por el que no es aconsejable que añadas tantos incisos es que es fácil que pierdas el referente y la oración acabe siendo incoherente, además de incomprensible. Para solucionarlo, pon la oración en su orden lógico con el fin de comprobar que todo concuerda. Luego, ya puedes volver a «desordenarla» a tu gusto.
Errores en libros corregidos: el abuso de «soler»
Desde hace unos años, debido a las traducciones incorrectas del «used to» del inglés como «solía», esta expresión se ha vuelto constante en la narrativa española. Tanto se repite esta locución que se tiende a olvidar que la forma correcta de redactar las acciones habituales en el pasado es con el pretérito imperfecto de indicativo.
Pongamos un ejemplo:
De pequeña, solía pasar el verano en la casa de mis abuelos en la montaña.
De pequeña, pasaba el verano en la casa de mis abuelos en la montaña.
Mejor aún: De pequeña, veraneaba en la casa de mis abuelos en la montaña.
Errores en libros corregidos: la ultracorrección
Este apartado va a ser breve: no permitas que tu corrector o correctora te cambie lo que está bien por un simple gusto personal suyo. Te puede aconsejar esos cambios en los comentarios, pero no modificarlo por su cuenta y riesgo.
Por ejemplo, por mucho que aboguemos los traductores por usar los mínimos extranjerismos posibles, si tú quieres usar en tu texto «email», tu corrector solo te podrá poner la cursiva que falte, en el caso de que ese sea el caso. Lo que no deberá hacer es cambiarlo por «correo electrónico», aunque sí que puede aconsejártelo. La decisión es tuya, no suya.
Errores en libros corregidos: hacer caso a todos los consejos del corrector de Word
Varios de los errores del cuestionario que planteé al principio de esta entrada se deben a la tendencia a seguir las recomendaciones del corrector de Word, que en las versiones más recientes se llama «Editor». Por ejemplo, para este programa, la expresión «aun así» se escribe «aún así» y es, evidentemente, incorrecto, ya que, en este caso, «aun» no se tilda por significar «incluso».
Otro error común al que induce Word es a poner un espacio entre la raya de diálogo y el signo interrogativo o exclamativo inicial, como en el ejemplo 10 del cuestionario.
Otra recomendación para correctores
En este caso, la recomendación la dejo en vídeo. Por favor, seguidla. Gracias.
Conclusión
En resumen, si quieres que tu libro vaya pulido de errores, no recurras al corrector más barato, sino al que mejores recomendaciones tenga, ya que, como bien dice el tópico, lo barato sale caro: las valoraciones públicas de los lectores por un libro mal corregido irán dirigidas a ti, no al corrector que hayas contratado.
Esto es todo por hoy. Si tienes algún libro pendiente de corregir, no dudes en ponerte en contacto conmigo para pedirme un presupuesto sin compromiso.
Muchas gracias por leerme.
Solución del cuestionario
Aquí te dejo las respuestas del cuestionario. Me encantaría que me dijeras cuántas acertaste y cuál o cuáles te sorprendió haber fallado.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Correcta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Correcta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
- Incorrecta.
Si te gusta la novela histórica sobre Roma, te recomiendo la lectura de mi traducción de El ascenso de Escipión de Martin Tessmer.
Quiero hacer una pregunta:
Sé que se permite poner el adverbio solo, sin acento. ¿Puedo ponerlo con acento, si me queda más cómodo? Me cuesta acostumbrarme a este nuevo uso. Idem para el caso de los pronombres demostrativos que antes se escribían con acento para diferenciarlos de los adjetivos demostrativos.
Gracias.
Hola, Martha:
En la gramática actual, se desaconseja la tilde en todos los casos, tanto en «solo» como en los demostrativos. Aunque dejaron la opción de ponerle la tilde cuando «solo» tenga función adverbial para deshacer la ambigüedad, lo mejor sería buscar una redacción mejor que eliminase dicha ambigüedad.
De todas formas, hay algunas editoriales que siguen si haberse actualizado a la gramática actual y siguen sus propias normas de estilo.
Un abrazo,
Rosina Iglesias