Traducciones con la IA: cuando tu libro deja de ser tuyo

Las traducciones con la IA empobrecen tus novelas (y tu reputación en Amazon)

La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta accesible para escritores independientes que no quieren invertir nada en sus libros. Desde la generación de portadas hasta ayudar con borradores e incluso a que la propia IA redacte el libro. Pero hay un terreno (bueno, hay varios, pero esto da para muchas entradas de blog) donde su uso puede ser una trampa mortal para tu libro: las traducciones con la IA.

El auge de las traducciones con la IA

Cada vez es más común ver en Amazon libros autopublicados pagando por publicidad y, sin embargo, con traducciones desastrosas hechas por una IA. Basta leer algunas reseñas de lectores reales que se quejan de que se encuentran con párrafos incompletos, frases sin sentido e incluso capítulos enteros sin traducir. Te dejo ejemplos de capturas de pantalla de reseñas en Amazon España de lectores reales:

Como es normal, algunas de estas personas que reseñan no saben dónde está el problema, sino que simplemente se dan cuenta de que no se entiende nada y necesitan estar releyendo todo el tiempo (por cierto, esta es la forma más rápida para que no quieran volver a comprarte un libro).

La que pongo a continuación es una reseña negativa de una traducción con la IA de alemán a inglés en el que se dejaron una parte incluso sin traducir. El lector o lectora, con un enfado monumental (con razón) se queja de que es pura IA y que el libro ni siquiera se revisó una vez, ya que tiene partes que siguen en alemán:

Estas dos reseñas son del mismo libro traducido con IA (incluso la portada y el resto de las imágenes de la página son de la IA; lamentable):

Sinceramente, cuando me encuentro en Amazon una novela traducida con la IA que tiene muchísimos comentarios positivos y luego uno o dos negativos en los que lo mencionan, las únicas reseñas que me parecen sinceras son estas últimas. Y dudo entre si las de cinco estrellas son reales o compradas. O si a la gente ya no le importa la calidad de los libros que lee… Lo que ya me preocupa de verdad.

Cuando publicas un libro traducido con la IA o con un traductor automático (que no es lo mismo, por cierto), sin ni siquiera revisarlo a fondo, les estás abriendo la puerta a las temidas reseñas de una estrella. Y muchas de esas críticas negativas podrían evitarse con una sola decisión: invertir en tu obra. Entiendo que contratar la traducción a una traductora profesional te parezca un gasto, pero no lo deberías ver como tal, sino como una apuesta por tu futuro.

Piensa en todo el tiempo, esfuerzo y corazón que has puesto en escribir tu libro. ¿De verdad te merece la pena que a las personas que te leen en otro idioma les parezca de mala calidad tu libro por subir a Amazon traducciones de la IA?

Hay muchas personas (entre las que me incluyo) a las que incluso el hecho de que uses la IA para publicar un libro les parece una falta de respeto hacia ellas:

Cuando contratas a una traductora humana, estás protegiendo tu reputación, multiplicas el alcance de tu texto y te abres las puertas a miles de lectores de otros idiomas que sí apreciarán tu trabajo como se merece. Y que te recomendarán.

¿Por qué las traducciones con la IA no funcionan?

La literatura es compleja. Y lo mismo pasa con los ensayos, la divulgación o la no ficción: no basta con que las frases se entiendan. Un buen texto transmite ritmo, matices culturales, ironía, ejemplos que conectan con el lector… Y no solo eso, sino que cada autor o autora tiene su propio estilo y voz.

Una buena traducción no se limita a pasar palabras de un idioma a otro, como hace la IA. Lo que hace una traductora de carne y hueso es recrear la experiencia para que quien te lea en otro idioma sienta tu obra de la misma manera que aquella persona que te lee en el idioma original. Y ahí es donde la inteligencia artificial tropieza, porque no sabe distinguir un giro retórico de un localismo ni entiende cómo suavizar una idea compleja para que no suene rara. Tampoco capta matices tan importantes como el uso del género en el lenguaje, cuya malinterpretación puede alterar por completo el significado del texto.

Y no hablemos de que los diálogos de las traducciones con la IA no fluyen porque no suenan naturales. Por ejemplo, en las traducciones de la inteligencia artificial de inglés a español, el sistema no sabe cuándo usar el tuteo y lo pone siempre en los diálogos equivocados. Un soldado jamás se dirigiría a su superior tuteándolo, pero en esas traducciones es continuo.

El problema no se queda en el libro: salta a quien lo está leyendo. Cuando la traducción falla, se pierde claridad, ritmo y sentido. La lectora se confunde, pierde interés y, a menudo, deja una reseña que refleja esa frustración y ese enfado. Y una persona que exige calidad no concede segundas oportunidades; no le vale todo.

Estoy convencida de que Ignacio no va a volver a comprar un libro de ese autor.

Invertir en tu libro es apostar por tu talento

Me he encontrado muchísimos anuncios en Facebook de libros de autores que no han invertido ni un solo céntimo en edición, corrección o traducción (ni siquiera en la portada, que es evidentemente de IA), pero sí que gastan una barbaridad en anuncios que están permanentemente en las redes sociales. Es como comprar un escaparate luminoso para vender un producto defectuoso; no tiene ni pies ni cabeza.

Un libro con la portada hecha con IA, con errores ortográficos o gramaticales y traducción automática puede tener publicidad millonaria, pero su destino está sellado por mucho que venda al principio. Es posible que funcione para vender a quienes no exigen calidad, pero quienes sí la exigen no seguirán comprando la saga (en el caso de que lo sea) o los demás libros de la misma autoría. Y, además, compartirán su enfado dejando una mala reseña, como los ejemplos de reseñas (todas reales) que he puesto en esta entrada. Y ya te digo que las manchas en la reputación no son nada fáciles de quitar.

Pagar a una traductora profesional no es un gasto, sino una inversión de futuro. Un libro bien traducido no solo suena mejor, también te abre nuevos mercados, llega a lectores que de otra forma nunca te habrían descubierto y fideliza a quienes ya te siguen. A largo plazo, esa inversión se convierte en una reputación sólida.

Por ejemplo, aquí tienes un pantallazo de una reseña de una traducción mía (y me hizo mucha ilusión porque lo más corriente es que los lectores se olviden de que están leyendo una traducción cuando esta es de calidad). Puedes comprobar que la reseña es real aquí:

La única reseña negativa (aunque no tanto, ya que es de tres estrellas) que tiene este libro se refiere a que el lector no lo consiguió acabar porque le parecía tedioso, pero eso es algo que jamás evitarás porque es imposible gustar a todo el mundo, como ya expliqué en la entrada Cómo gestionar las reseñas negativas en Amazon.

¿Y qué pasa con la IA y el control de tu obra?

Cuando hablamos de propiedad intelectual lo más importante debería ser usar el sentido común: cuando compartes tu obra con una IA estás renunciando al control sobre ella. Te aconsejo estar al día en las novedades legislativas europeas sobre la IA, pero te las resumo en pocas palabras: las instituciones europeas se han vendido a las empresas tecnológicas y tú no tienes el más mínimo control sobre tu obra ni vas a cobrar un céntimo cuando la IA se aproveche de ella.

Muchos autores no son conscientes de esto. Suben su libro a una IA sin plantearse nada más y, al hacerlo, ceden implícitamente ciertos derechos. Permiten que la IA procese sus textos, los traduzca y los use para generar contenido derivado, como la sinopsis (te aconsejo que leas esta otra entrada reciente). Es cuando menos contradictorio permitir todo esto y luego escribir en la página legal de tu libro que está prohibida su copia.

Por no hablar de que uno de los grandes problemas de la inteligencia artificial es que necesita miles y miles de traducciones hechas por profesionales para entrenarse (y ahora se entrena también con traducciones pésimas, con lo que se forma un bucle, ya que usa las traducciones de la IA para traducir). El uso de ese material sin permiso no solo vulnera los derechos de las personas que hemos estudiado muchos años para ser buenas en nuestro oficio (las buenas traductoras nunca dejan de formarse), sino que también plantea cuestiones legales sobre derechos de autor y un pago justo por nuestro trabajo (hay muchas noticias sobre esta polémica, por si queréis buscar más información).

Cómo evitar las reseñas de una estrella por subir traducciones con la IA

La respuesta es fácil: no subir a las plataformas de venta de libros traducciones con la IA.

No quiero que esto suene como un «que viene el coco y te comerá», pero la respuesta ya te la he dado y te la repito por enésima vez: no dejes las traducciones de tus libros en manos de una inteligencia artificial (que no es inteligente ni es artificial, como ya deberías saber). No hundas tu futuro en la literatura por quererlo todo gratis.

Lo que te aconsejo que hagas es lo siguiente:

  1. Invierte en profesionales de la traducción, de la corrección y de la maquetación. Esa debe ser tu prioridad siempre que publiques de forma independiente.
  2. Elige a una traductora que tampoco use la IA y para ello debes buscar qué libros ha traducido y fijarte en los comentarios que tengan. Si te encuentras alguno en el que se quejen de la traducción, descártala de inmediato. Ya me he encontrado a varios «traductores» que usan la IA o la traducción automática sin que quienes los contrataron se den cuenta (ya que no conocen el idioma, como es normal).
  3. Ten paciencia y piensa a largo plazo: una mala traducción puede hundir tu reputación en otro idioma para siempre. Si no tienes dinero para invertirlo en una traducción, simplemente no traduzcas. No pasa nada por no tener tus libros en otros idiomas.
  4. Evita las prisas por publicar. Es mejor tardar unos meses más en tener una traducción de calidad que publicar un libro traducido con la IA arriesgándote a las malas reseñas o a los malos comentarios en las redes sociales.

La calidad es tu marca

En un mundo saturado de libros autopublicados, la diferencia entre recibir reseñas de cinco estrellas o de una está en el cuidado de los detalles: la corrección, la traducción, la presentación… marcan la diferencia.

En resumen, no permitas que la IA escriba o traduzca por ti. Tu libro merece cuidado y dedicación, y tus lectores también. Al final, todo el esfuerzo que pones en mejorar tu obra se refleja en la experiencia de quienes te leen, en su disfrute y en las reseñas que te dejarán.

La publicación de un libro no consiste solo en escribir, sino en cuidar cada detalle. Porque es la suma de todas las partes lo que convierte tu obra en una experiencia que los lectores recordarán. Y ninguna de estas partes incluye a un robot que traduce.

Para cerrar esta entrada, te ruego encarecidamente que mimes tus textos e inviertas en ellos para que no te encuentres estas reseñas en tus libros:

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